La famosa croquera de Tercer Año
Cuando estaba en la U tenía la costumbre de andar siempre con una croquera (nada novedoso porque el 99% de los que estudian Arte lo hacen en algún minuto de sus vidas) aunque en mi caso, obsesivo, siempre tenía a mano una pequeña de esas de bolsillo que vendían en la Librería Arquitectura (la que queda en las Torres San Borja, detrás del Unimarc).
Dibujaba en el casino, en las clases teóricas, en la micro y donde la tía que vendía sandwiches en su kiosko naranjo (La Tía Anita, para quienes conozcan Las Encinas).
Hoy encontré una caja con mis viejas croqueras; voy a ir seleccionando lo más pasable como para que el respetable se haga una idea de más o menos cómo trabajaba un estudiante de Arte que se creía el cuento y pasaba el 80% del tiempo en la Escuela trabajando o hurgueteando en la Biblioteca.
En este caso, la primera página… dos estudios de rostro, uno de los cuales era mi maestro Palazuelos, capturado in fraganti por mi antigua, prodigiosa y hoy inexistente muñeca estudiantil. Recuerdo que no usaba rapidograph (ahora los pitucos les llaman «estilógrafos») sino que una muy tradicional plumilla; el brillo de la tinta me dice que era Winsor Newton, viscosa y difícil de trabajar. En fin, luego más monos.
saludos