El Nuevo Espacio de Trabajo

El Nuevo Espacio de Trabajo

El Nuevo Espacio de Trabajo

Cuando uno menos lo espera pasan cosas que obligan a replantearse y a buscar nuevas alternativas.  Las abuelitas dicen que cuando Dios cierra una puerta abre una ventana, y viendo las circunstancias actuales creo que es cierto.  Y la ventana es mejor que la misma puerta.

Me pasó luego de haber estado enfermo por causa de la esclavitud del trabajo (ver acá), y sin querer me vi empujado a hacer cosas que no se me habían ocurrido (ser independiente, por ejemplo, para no tener nunca más un Jefe) y, en lo que fue la mejor decisión, volver a tomar los lápices y dedicarme a dibujar para recuperar mi mano y trazar un plan que me permitiría seguir viviendo tranquilo sin tener que soportar a idiotas varios.

Como primera pata del plan necesitaba encontrar un espacio para dibujar.  Esta función la cumplía el taller por todos conocido en Concha y Toro 32, pero fui víctima de lo que llaman Daño Colateral (derivadas de un problema de egos, pasión y violencia en la Casa Rosa generados por una mezcla de jipis, okupas e ingenuos) y tuve que desalojar.  Cuando esto pasó se detuvieron algunos planes, pero la Ventana ya mencionada se abrió y la segunda parte de mi plan comenzó a concretarse…

ARCHIVO

Cuando se cierra una Puerta se abre una Ventana

Cuando se cierra una Puerta se abre una Ventana

Cuando se cierra una Puerta se abre una Ventana

Cuando uno menos lo espera pasan cosas que obligan a replantearse y a buscar nuevas alternativas.  Las abuelitas dicen que cuando Dios cierra una puerta abre una ventana, y viendo las circunstancias actuales creo que es cierto.  Y la ventana es mejor que la misma puerta.

Me pasó luego de haber estado enfermo por causa de la esclavitud del trabajo (ver acá), y sin querer me vi empujado a hacer cosas que no se me habían ocurrido (ser independiente, por ejemplo, para no tener nunca más un Jefe) y, en lo que fue la mejor decisión, volver a tomar los lápices y dedicarme a dibujar para recuperar mi mano y trazar un plan que me permitiría seguir viviendo tranquilo sin tener que soportar a idiotas varios.

Como primera pata del plan necesitaba encontrar un espacio para dibujar.  Esta función la cumplía el taller por todos conocido en Concha y Toro 32, pero fui víctima de lo que llaman Daño Colateral (derivadas de un problema de egos, pasión y violencia en la Casa Rosa generados por una mezcla de jipis, okupas e ingenuos) y tuve que desalojar.  Cuando esto pasó se detuvieron algunos planes, pero la Ventana ya mencionada se abrió y la segunda parte de mi plan comenzó a concretarse…

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