Semana Santa es una de los eventos que más temo en el año; por alguna razón las crucifixiones, coronas de espinas, azotes y torturas varias siempre me causaron temor. Lo peor siempre era «Velar a Cristo», una antigua tradición en la cual el día Viernes Santo se toma un retrato de Cristo (obvio, es su semana) y se le cubre con un velo oscuro, todo esto acompañado de velas. Uno debe ir ante él y rezar con fervor y contrición. Mi abuelita siempre me pedía subir con ella a rezar, momento horroroso que me llenaba de miedo y que creo que hasta hoy me provoca temor.
Como sea, esta devoción católica familiar sumada a que fui educado en colegios de curas salesianos me marcó mucho y cuando llegué a la Universidad y comencé a tratar de dibujar «en serio» lo primero que hice, naturalmente, fueron escenas religiosas. Claro, muchas eran más ofensivas que alusivas, pero había algo que me dediqué a explorar por años (y encontré elementos que aún hoy ocupo y profundizo).
El dibujo de hoy, y que da inicio a esta especie de Cuaresma propia fue hecho en 1992, cuando yo apenas tenía 19 años. Como se ve son dos rostros de curas algo siniestros. La idea original era pasarlo a plancha (o sea grabarlo), empresa que emprendí con muchas ganas hasta que me robaron la placa y me quedé solo con un par de pruebas preliminares impresas. En Las Encinas en esos años los robos eran algo común, sobre todo de metales ya que la reventa era buena.
Volviendo al dibujo, es uno de los primeros ejemplos «serios» de trabajo con pluma, creo que la que ocupé era una «R» común y corriente y la tinta una Higgins negra y otra marrón. El papel era Fabriano Rosaspina Crema, lo que demuestra mi casi nulo conocimiento del tema… afortunadamente al rescate acudió el mejor dibujante que hemos tenido en Chile, mi maestro don Julio Palazuelos, quien no solamente me ayudó a mejorar mi Dibujo (en general, no éste en particular) sino que me traspasó técnicas y sobre todo me enseñó a desarrollar una serie de manera decente.
Antes de irme quiero dejar saludos y felicitaciones a mi amiga Natasha San Martín de Concepción, que ahora y tras ser aprobada con Distinción Máxima es toda una Pintora. Y también felicitar a mi querida (aunque no la veo hace como 10 años) Fernanda Balladares, que desde el pasado miércoles es una Veterinaria de tomo y lomo. Dejaría su Facebook pero no quiero que la joteen.
Saludos. Mañana una Crucifixión…
ILC